Patrimonio industrial a ras de suelo
Deambulando por una zona industrial de Bizkaia, miro al suelo, y ahí me encuentro una vieja alcantarilla muy gastada por el paso del tiempo, pero en la que aún se lee el nombre del fabricante “Jemein Errazti y Zenitagoya, Bilbao”.
El nombre me suena, y mucho, mis neuronas hacen clic, y lo sitúo “Jemein Errazti y Zenitagoya» ahora se llama JEZ, pero están en Llodio, no en Bilbao, y hasta lo que yo sé su negocio es el material ferroviario, estando especializados en cambios de vía. ¿Se dedicaban también a fabricar tapas de alcantarilla? ¿Serán los mismos?
Uno es curioso por naturaleza, y la curiosidad mató al gato, pero también es responsable de que escriba este blog, así que me pongo a tirar del hilo.
JEZ, o más bien Jemein Errazti y Zenitagoya, se fundó en 1924 en Bilbao por los industriales Ceferino Jemein, José María Errazti y Cipriano Zenitagoya , teniendo dos locales en la capital, uno en la calle Castaños 14 y el otro en Iparragirre 60. Para 1927 ya había alcanzado un considerable tamaño y participó en la Exposición Internacional de Fundición de París, donde logró la medalla de oro en su área de negocio.
Durante la guerra civil la empresa se puso del lado de la república, algo nada sorprendente dada la filiación jeltzale de uno de sus fundadores, Ceferino Jemein, presidente del Euskadi Buru Batzar, promotor del periódico nacionalista Aberri y jefe de la Administración de Sanidad Militar de Euskadi durante la contienda. Tras la toma de Bilbao por parte del ejercito nacional, la empresa fue expropiada y militarizada y dedicada a la fabricación de material de guerra tal y como consta en el periódico El Hierro, Diario de la Falange, en el apartado de Embargo de bienes. (Ver foto). Como curiosidad, unas líneas más arriba aparece también el embargo de los bienes de la familia De la Sota, de la que ya hemos hablado varias veces (ver artículos sobre el funicular de las cataratas del Niágara y sobre la fabricación de automóviles en los Astilleros Euskalduna).
Acabada la guerra la familia Errazti pudo recuperar la propiedad tras pagar al gobierno de Franco, con la ayuda de familiares que tenían negocios en Cuba, la preceptiva multa por su vinculación con la república, pasando la empresa a denominarse JEZ Sociedad Limitada.
A principios de los años 50 la empresa trasladó sus instalaciones, que se habían quedado pequeñas, a la localidad Alavesa de Llodio, donde continúan hoy en día fabricando desvíos de vías.
Ahora, el por qué de la alcantarilla lo podemos encontrar en diversos anuncios de los primeros años de la empresa donde la misma, aunque se declaraba como especialista en cambios de vía, comunicaba ser una empresa que fabricaba un poquito de todo, siempre que estuviese relacionado con la fundición de hierro. Así, fabricaban rejas para arados, ejes para carros, repuestos agrícolas y todo tipo de trabajos de fundición. Por tanto, sin mucho error, podemos datar la tapa de alcantarilla por el lugar de fabricación impreso en la misma entre finales de los años 20 y finales de los años 40 del pasado siglo.
Aunque la empresa mantuvo a la familia Errazti en la directiva, en 1994 paso a ser parte del grupo industrial austriaco VAE. En la actualidad JEZ es mayoritariamente propiedad de la empresa voestalpine Railway Systems GmbH con sede en Leoben (Austria) y recientemente ha cambiado su denominación a “voestalpine Railway Systems JEZ, S.L.”, que estaréis de acuerdo conmigo en que es un nombre mucho más feo para dejarlo impreso unos 100 años en una tapa de alcantarilla que “Jemein Errazti y Zenitagoya”.
Otra curiosidad. En España solo perviven tres fabricantes de desvíos ferroviarios: Mieres Rail en Asturias, JEZ en Llodio y Amurrio Ferrocarril y Equipos en la cercana Amurrio.
Como colofón. Tengo una amiga que trabaja en JEZ y cuando le enseñé la foto se quedó sorprendida, sabía la historia de que hacían tapas, pero me preguntó que dónde estaba, ya que ellos solo tienen localizadas un par de tapas, una de ellas en las instalaciones de la empresa. Yo por si acaso no digo aquí dónde está, no vaya a ser una reliquia industrial y acabe desapareciendo.
Fuentes (Textos e imágenes):
- JEZ
- Biblioteca Nacional de España
- Hemeroteca Diputación Foral de Bizkaia
- Hemeroteca Diputación Foral de Gipuzkoa
- Fundación Sabino Arana
- Pedro Gómez Damborena. El País